La Tejedora de Historias

Me gusta esta definición para alguien que como yo, escucha historias de otras personas  en las que tratan de describir los momentos en los que sufren  y  los desafíos que les impone su vida, es realmente increíble qué diferentes y qué interesantes son todas ellas, aunque sean a veces tan desgarradoras.

De esta manera sus historias se entretejen con las miles de historias, incluida la mía, e increíblemente vuelvo a sentir lo mucho que sigo aprendiendo de ellas a la vez que  reconozco en casi todas, retazos de mi propia historia.

Como veis esto es realmente increíble y al mismo tiempo apasionante, aunque a veces me atrapen sentimientos de pena, dolor, incomprensión que me ayudan a entender mejor como puede sentirse en esos momentos el que narra su vida. Y MUCHA TERNURA creo que no es posible amar a otra persona sin que aparezca este sentimiento, por lo que me he atrevido a comentarlo en este blog.

A continuación os muestro un poema de Zenaida Bacardé que describe a la perfección mi manera de concebir la ternura.

«No es ternura el fuego de una pasión, sino… la suavidad de una caricia. No es ternura el oleaje que se desborda, sino…el beso del cielo con el mar.

No es ternura la montaña que nos sobrecoge…sino la macetita de violeta perfumando una ventana.

No es ternura lo grandioso…sino la delicadeza, la insignificancia, el detalle.

No es ternura lo que se da…sino lo que se refleja y se deja translucir.

No es ternura el sol que calcina…sino la luna que embruja…el fuego que abraza sino el leño que se consume.

No es ternura lo que sobresale y resalta..sino el escondite…el beso…la insinuación…la luz y la rosa.

La ternura es eso que …Vitaliza la viejo…Duerme al niño y ¡Desarma al hombre!»

Autora del artículo: La tejedora de historias.