Las Precedencias Caminando Juntos

En este contexto del amor, la cabellerosidad, la galantería, la cortesía.., el hombre, o quien adopte el rol masculino, puede hacer uso de las siguientes normas: en primer lugar, al caminar por la calle cederá el lado de la calzada más cercano a los edificios, reservándo para sí el más próximo a la carretera y los coches. Al llegar a zonas estrechas el hombre se detendrá para dejar a su pareja que pase en primer lugar, de todas formas al entrar en sitios cerrados el hombre se adelantará para abrir la puerta a su pareja, quien pasará primero, salvo que por la incomodidad de la apertura de la puerta sea más recomendable adelantarse y pasar él para sostenerle la puerta a ella.

En protocolo la derecha es un honor, por tanto, al caminar por zonas abiertas como plazas, parques… o por pasillos anchos… el hombre colocará a su pareja a su derecha.

Tal vez, la norma más comprometida en este ámbito sea la relativa a la  precedencia al subir las escaleras (siempre que no se puedan subir a la par), pues la corriente más tradicional es fiel a la norma que establece que la mujer irá delante, por si tropieza y se cae que el hombre pueda evitar esa caida. Sin embargo, cada vez más profesionales consiedaramos que hoy día lo correcto es que el hombre suba primero, a fin de evitar situaciones comprometidas (que es precisamente para eso para lo que está el protocolo). En todo caso, al bajar unas escaleras no hay duda, el hombre irá delante.

Tendremos en cuenta que estas normas se complementan, en todo momento, con la norma básica de nuestra cultura, que hombre y mujer han de caminar a la misma altura, considerándose una gran descortersía que el hombre vaya unos pasos más adelantado como es norma en otras culturas.

Dicho esto… os animamos a caminar galantemente.