Parte de cualquier relación amorosa es compartir momentos íntimos y las comidas o cenas son una buena forma de llegar a conversaciones que favorecen el mutuo conocimiento de forma distendida.
Por favor, recordemos invitar a nuestra pareja con 3 días de antelación. Es una señal de respeto hacia su tiempo, aunque sepamos que espera con ilusión nuestra llamada y sospechemos con casi absoluta seguridad que su agenda estará libre.
Los alimentos menos recomendables, cuando no hay confianza, son los bocadillos, sobretodo cuando son «gorditos», puesto suelen caerse buena parte de los ingredientes por todas partes, la boca se abre forma excesiva, además es habitual mancharse la boca, las manos e incluso con frecuencia, la ropa. Definitivamente no es una escena romántica ni atractiva. Otros alimentos típicos a evitar son el ajo, a pesar de ser muy saludable y las comidas excesivamente picantes.
Llegados a la mesa, si el hombre (la escena contraria nos cuesta imaginarla, pero vamos, quizá en unos años esté de moda…, porque las modas son así…) decide ayudar a su pareja a sentarse, moviendo la silla, lo hará con soltura y discreción, sin demasiados espavientos. Lo mismo al retirar la silla a su pareja en el momento de abandonar el restaurante.
Mucha gente nos comenta sus temores a no saber identificar los cubiertos. Desde aquí os pedimos tranquilidad, si tenemos varios tipos de cubiertos en nuestro plato esperaremos a que nos sirvan el primer plato y utilizaremos los cubiertos de fuera a dentro (empezamos cogiendo los más alejados del plato y a medida que nos los vayan retirando, iremos acercándonos a los más próximos a nuestro plato). Todos aquellos alimentos que se puedan partir facilmente con el borde del tenedor se comerán sin cuchillo, el ejemplo más típico es el de la tortilla.
La utilización de la servilleta dice mucho lapersona que tenemos delante, ya lo hemos dicho en otras ocasiones, únicamente tiene la misión de limpiarnos, delicandamente, la boca antes y después de beber y al finalizar la comida. Su ubicación depende de su tamaño y «categoría»: las servilletas de papel estarán siempre sobre la mesa, solo las servilletas de tela se colocarán en nuestro regazo y nunca las volveremos a doblar,es decir, una vez terminada la velada colocaremos la servilleta en el lado derecho del plato, pero sin volver a doblarla.
Todos sabemos que no se habla con la boca llena, pero tampoco se coloca la mano delante de boca «para que no se vea». Si estamos masticando, continuaremos masticando con tranquilidad y al terminar es cuando haremos nuestra intervención. ¡Nada de manos delante de la boca!, ya sabemos que se está masticando y como conocemos las normas sabemos que no nos responderán hasta que se termine de masticar. No hay prisa.
Os recordamos la postura de sentados: codos fuera al comer, manos a la vista, espalda recta, nada de piernas cruzadas y no se puede levantar nadie de la mesa hasta la hora de servir los postres (es en la más estricta intimidad donde se realizará la retirada de alimentos de entre los dientes, retoques de maquillaje, etc.).
¿Se tiene que esperar a que todo el mundo esté servido? Pues… , sí. En el primer plato. Además… somos sólo dos. Y mientras se espera, no se juega con los cubiernos ni con el pan, por muchos nervios que estemos pasando.
Las normas de buena conducta en la mesa son muy exigentes, pero vale la pena conocerlas y cumplirlas. Dicho esto, os animamos a que inviteis a la persona que os gusta a comer y a cenar. Disfrutad de la velada.
Autora: Galicia Protocolo
maria
abril 25, 2011Y el marisco?se debería pedir en una primetera cita y de ser que si como deberíamos comerlo.manos o cubiertos
Laura
abril 25, 2011A siempre me ha gustado que me retiren la silla al sentarme y levantarme, que me ayuden a ponerme el abrigo… me parece una gran atención.
Galicia Protocolo
mayo 12, 2011Estimada María, en una primera cita puedes pedir lo que quieras. El menú estará en función de la carta del restaurante al que hayáis decidido ir, por tanto si el marisco está en el menú y os apetece, disfrutad comiéndolo. Generalmente se come con las manos, salvo que venga preparado, que se comerá con los cubiertos de pescado.