Decrecimiento exterior por crecimiento interior… cambiar la tendencia, ir a contracorriente en una sociedad que define quien eres por lo que tienes, por lo que vistes, por los lugares en los que te mueves… olvidando aquello que te acompaña allá dónde vayas, independientemente de lo que tienes: tus valores, tu YO. Un YO al que cuidar, al que valorar, al que cultivar día a día, intentado superarse respecto al día anterior.
Porque lo que eres debería de definirte tanto en épocas de vacas flacas como de vacas gordas.
Porque cuando no hay oportunidad para seguir teniendo, lo que eres, es lo que te queda, lo que te llevas, lo que ofreces, lo que compartes… Y, al final, lo que recibes…
Porque lo que tienes, lo que luces, la mayoría de las veces, no es lo que eres; el refrán popular ya dice eso de “las apariencias engañan”…
En contra de lo que apuesta la mayoría, ¿te atreves a apostar más por el SER y menos por el TENER? ¿ Decrecemos?
Autora: Gema Zunzunegui Lamas