Se habla mucho del duelo de la persona que es dejada pero pocas veces de la otra parte que forma la pareja, la persona que decide terminar con una relación. Hay muchas causas por las que alguien da ese paso, hoy nos centramos en relaciones descompensadas, es decir relaciones donde una persona quiere seguir con la relación porque le compensa y la otra persona no.
Cuando alguien apuesta por una relación con otra persona lo hace por varios motivos, entre los que se encuentran:
- Le va a dar beneficios.
- Va a mejorar su situación actual.
- Va a aprender de la otra persona.
- Van a evolucionar y crecer juntos.
- Van a construir algo bonito.
- Le va hacer mejor persona.
- Etc.
Estas son algunas de las expectativas por las que se comienza un relación, pero no siempre se cumplen, cuando esto pasa hay gente que toma la decisión de dejar esa relación. Es adecuado que esta decisión de dar por finalizada una relación de pareja se haga:
- Con la cabeza fría, no es conveniente tomar estas decisiones después de una discusión.
- Analizando bien los pros y contras de dejar o de seguir con la relación.
- Estando seguro/a de lo que se hace.
- Comunicándoselo a la otra persona involucrada con la mayor sinceridad posible y con mucha empatía.
En la vida es igual de importante saber decir «sí» como «no», muchas veces dejamos de hacer cosas por no dañar a las otra personas y nos estamos lastimando a nosotros/as mismos/as. Tú tienes las riendas de tu vida y puedes cambiar de rumbo siempre que quieras. Si la relación no funciona, dejarlo será positivo para ti y para la otra persona, no alargues situaciones que no quieras vivir teniendo en tus manos la posibilidad de hacerlo.