Nuestra querida Chavela Vargas decía «nadie se muere de amor, ni por falta ni por sobra». Recientes estudios de Saint George’s University de Londres (Reino Unido) nos dicen que la pérdida de un ser querido puede afectar e incrementar, en cierto modo, las probabilidades de sufrir enfermedades mortales. La conclusión de este singular estudio que se ha publicado en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA) nos dice que:
- Las posibilidades de padecer infarto cerebral o ataque al corazón tras la pérdida de un persona querida se duplican durante los primeros 30 días posteriores al suceso.
- La edad es un factor influyente, aumenta el riesgo en personas mayores de 60 años.
- Ser hombre o mujer es indiferente.
- El estrés de la situación puede provocar olvidos en la toma de medicamentos y atenuar el riesgo de que se produzca enfermedad cardiovascular.
Existe también lo que le llaman «síndrome del corazón roto» causado de nuevo por la ausencia de un ser querido y que por culpa del estrés tan intenso físico y emocional, puede llegar a romper literalmente el corazón, aunque por suerte, suele ser temporal; en medicina a esta dolencia la denominan Cardiomiopatía de Takotsubo.
Perder a un ser querido es algo que precisa un proceso de asimilación, llamado duelo, rodearse de personas que te den sosiego, apoyo, luz y convencerse de que se saldrá adelante y más reforzado/a que antes, son algunos de los consejos que suelen dar para mitigar el dolor.
Cualquier forma de quitar la pena del rincón del alma será bienvenida en situaciones de ruptura sentimental y perdidas de un ser querido!