Pi, pi! Tienes un mensaje de WhatsApp.
Millones de mensajes se mandan y reciben al día a través de esta herramienta de comunicación, que en pocos años de vida se ha convertido en una de las maneras más cotidianas de relacionarse.
Muchas son las relaciones que se inician, mantienen y/o finalizan a través de esta APP. Relaciones de amistad, familiar y/o sentimental que encuentran en WhatsApp una forma rápida, sencilla y económica para compartir información.
WhatsApp como podemos ver es el gran aliado de las relaciones y aún más cuando estas son a distancia y entre diferentes países, la inmediatez y el precio con el que se comunican ahora las personas que se encuentran a miles de kilómetros nada tienen que ver con el de hace pocos años.
La posibilidad de poder hacer grupos de conversación con varias personas es estupenda para las amistades y familia y ha contribuido de manera notable a la continuidad de cierto tipo de relaciones, la de los «amigos conocidos», personas que llegan a nuestras vidas por diferentes circunstancias y que nos aportan en positivo pero con las que no hemos tenido la oportunidad de profundizar. Este tipo de relaciones de amistad si no se riegan terminan desapareciendo, WhatsApp, en cierto modo, ha logrado mediante la opción de grupos mantenerlas latentes y presentes.
Las relaciones de amor, nuestras preferidas, mantienen una tirantez con esta aplicación, el famoso «doble check» del que ya publicamos un post ha sido causa de alguna que otra discusión de pareja y alguna de la información que permite mostrar en el perfil como la de «última hora de conexión» también crea alguna controversia.
Nada que no compense a todo lo positivo que aporta a las parejas, y más en el inicio de la relación, WhatsApp:
- Permite crear un tonteo-juego antes de conocer personalmente a la persona. Por ejemplo si has conocido a una persona por Internet, antes de quedar con ella puedes apreciar un poco más como es gracias a WhatsApp: te manda «buenos días» por la mañana? Se despide con un beso?…
- Acerca a las parejas que viven separadas: es una forma muy económica e inmediata de mantener el contacto con una persona independientemente de donde se encuentre, lo único que hace falta es un móvil, conexión a Internet y ganas 😉
- Da la posibilidad de compartir vídeos, fotos y audios: además de texto WhatsApp permite el intercambio de archivos de imagen y voz logrando así transmitir a las otra persona más cercanía y compartir el presente casi en tiempo real.
- Sus estupendos emoticonos hacen más fácil y visual expresar sentimientos: besos, sonrisas, guiños…
- El estado del perfil de WhatsApp también es un gran comunicador: miles de frases de amor están llenando de poesía WhatsApp!
- Y todo esto de manera ilimitada, puedes mandar todos los mensajes que quieras.
Está claro que WhatsApp ha influido en la forma de relacionarnos y utilizado sabiamente reporta múltiples beneficios.
También es estupendo olvidarnos de vez en cuando del teléfono y volver a recordar lo que era quedar en un sitio sin posibilidad de dar marcha atrás, cambiar horarios, etc. Quizás WhatsApp, en cierto modo, nos está dando «manga ancha» para no concretar. Te suena lo de: «– ¿Quedamos? – OK, luego te cuento como voy.» Y al final no se produce la cita.
Saquemos el máximo partido y disfrutemos de los beneficios de las nuevas tecnologías sin olvidarnos de la magia de las relaciones personales cara a cara.