Teléfono y relaciones

El número de teléfono, por cortesía, ha pedirse únicamente cuando tengamos la firme intención de utilizarlo. Al llegar a este punto, hemos dejado claro nuestro interés por seguir conociendo a esa persona y el hecho de nos permita que la llamemos nos muestra una correspondencia con nuestro interés de conocimiento mutuo. Pensemos que el hecho de pedir un número de teléfono contiene un compromiso implícito por parte de quien lo pide, para llamar en el plazo de una semana y de quien nos da su número, en contestar nuestra llamada. Por estos motivos tómate el tiempo que necesites antes de pedir un número de teléfono y ten un comportamiento coherente y elegante con tu posible futura pareja.

Cuando nos pidan nuestro número y no tengamos intención de continuar conociendo a esa persona nos armaremos de valor y sinceridad, pero siempre evitando dañar los sentimientos de quien está mostrando interés en conocernos. Es fundamental saber aceptar un rechazo y rechazar con elegancia.

Para no mostrar exceso de impaciencia, que siempre es poco atractiva,  esperaremos como mínimo un día, antes de llamar por teléfono; pero para evitar que la otra persona piense que existe una falta de interés por nuestra parte evitaremos tardar más de 5 días en marcar su número de teléfono.

Lo más adecuado en los primeros contactos es llamar y no enviar un sms, por muy ingenioso que éste sea, de esta forma evitamos que la otra persona se sienta obligada a respondernos y eliminamos la tentación de dar señales de vida a horas intempestivas. Las horas más adecuadas para llamar por teléfono a personas con las que no nos une una gran confianza, por norma general son, de 11:00 a 13:30 y de 17:00 a 20:00 hs.

En el momento en el que llamamos, hemos de saludar e inmediatamente preguntar si es un buen momento para hablar, pues no sabemos en qué situación se encuentra la otra persona. Procuraremos conversar desde lugares tranquilos y sin demasiados ruidos de fondo que interfieran en la comunicación. Acordémonos de sonreir para mostrar cordialidad, puesto que la persona que está del otro lado percibirá nuestra sonrisa.

Las primeras conversaciones telefónicas han de ser breves, de no más de 5 minutos, mientras no exista confianza. Lo correcto es que la persona galanteada sea la que finalice la conversación con amabilidad e invitando a seguir en contacto.