José María Guelbenzu continúa con la presentación de su nuevo libro «El Amor verdadero».
De la entrevista hecha ayer por el periodista Ricardo Aldarondo en San Sebastián, publicada en el Diariovasco.com hemos recogido las siguientes preguntas:
«-Presenta el amor como algo a construir poco a poco y con esfuerzo. Pero eso suele parecer poco romántico…
-Sí, es como cuando recomiendo a alguna pareja que desde el principio haga separación de bienes gananciales, creen que si lo hacen es como si no se quisieran, como si empezaran su vida juntos con la idea de separarse… Y qué tendrá que ver una cosa con la otra… A mí me parece muy importante que la lógica, la lucidez y la inteligencia se entremezclen en un sentimiento como el amor. Tiene que haber una voluntad de construir algo. Es como el acto de escribir, no se escribe una novela con un golpe de inspiración o un don divino, sino a base de trabajo diario, buscando y dándole vueltas hasta que uno encuentra lo que quiere. Pues en el amor, como en todas las cosas importantes, es lo mismo, el esfuerzo es fundamental.
-Luego en la adolescencia, sufre el flechazo instantáneo al ver a la chica, un deslumbramiento.
-Es que el flechazo es la manera de acercarse a alguien. Esa primera fase del amor es la más fascinante e hipnótica, la que te saca del mundo y te mete en un limbo de felicidad. Pero eso tiene una duración concreta, como todos los fogonazos. Llega un momento en que dices: «Ahora que he encontrado esta persona con la que me puedo entender, vamos a trabajar en serio esta relación». Ahí llega la ampliación del amor hasta la vida entera de dos personas, ahí es cuando uno se va enamorando constantemente.
–En ese amor que, además de verdadero es duradero, ¿qué se gana y qué se pierde?
-Todos sabemos que en la madurez se disfraza de serenidad el puro decaer, pero el adaptarse al paso del tiempo es lo que va marcando la verdadera potencia de un amor. Cada cosa tiene en su tiempo un campo de acción que es el que hay que apurar al máximo. Lo que no se puede perder es la vitalidad, eso es fatal.
-¿Para encontrar el amor verdadero hay que ser feliz, o al revés?
-Lo que se trata es de encontrar el amor verdadero, trabajarlo, y a fuerza de mimarlo y pelearlo, ser feliz.»
Como podéis ver el libro promete, os dejo la sinopsis para que os animéis a leerlo:
¿Qué es lo que hace que todos los enamorados se prometan fidelidad en un mundo en el que la duración es un valor casi inexistente? El amor verdadero narra la historia de amor y lealtad de una pareja, que se prolonga a lo largo de más de cincuenta años de vida, desde 1945 hasta 2005, y es, sobre todo, una reflexión sobre el sentido del amor, sobre el valor del esfuerzo y sobre el deseo de permanencia, complicidad y entendimiento entre dos personas que deciden libremente asumir los riesgos y las consecuencias de intentar mantener vivo su sentimiento a través del tiempo. Este libro cierra un ciclo de novelas que puede considerarse la crónica moral de una generación universitaria, la que accedió a la Universidad a principios de los años sesenta, iniciada con la publicación de un libro que es ya un hito en la historia de la novela española, El Mercurio, publicado en 1968 y punto de partida de una nueva narrativa que rompía de manera tajante con la tradición anterior. El amor verdadero, crónica de vida personal e histórica que culmina ese ciclo de novelas, es, muy probablemente, la obra más ambiciosa de su autor.
Executiva
septiembre 16, 2011El amor irracional no tiene por qué ser el mejor amor.