Según este proverbio Zen «Los árboles meditan en invierno, gracias a ello florecen en primavera, dan sombra y frutos en verano, y se despojan de lo superfluo en otoño.»
El otoño es una etapa estupenda para los cambios, renuévate, deja atrás lo inservible y descubre nuevas sensaciones, escenarios, proyectos!
El cambio es vida y todas las personas estamos cambiando constantemente, nuestras células lo hacen millones de veces al día así que allá vamos! Folio en blanco, date el placer de romper con tus esquemas anteriores si así lo crees oportuno.
Otoño es una estación maravillosa para darle una oportunidad al amor, al amor sin más. Olvídate de ponerle nombre al amor, disfruta de tus amigos, familia, compañeros… Sé consciente de todo lo estupendo que hay en tu vida, sé feliz, generoso/a, da cariño… El amor llegará a ti. No le pongas rostro ni cara porque pronto lo verás, sólo ponle sentimiento.
Cuando estás preparado/a para recibir el amor aparecerá… Quién sabe si será en forma de alguien que ya conocías, que un amor platónico se convierta en realidad u otra persona completamente inesperada llegue a tu vida.
El amor aparece cuando:
- Crees en ti, te valoras y te respetas.
- Te crees una persona merecedora de cariño y afecto.
- Confías en ti y en las demás personas.
- Disfrutas del camino.
- Evitas las suposiciones.
- Vives feliz disfrutando del presente.
- Brillas con luz propia e iluminas a las personas que te rodean con ella.
- Destruyes todas las barreras que consciente o inconscientemente levantaste ante su llegada.
- Te das cuenta de la grandeza de los pequeños detalles.
Cuando estés preparado/a y dispuesto/a para disfrutarlo aparecerá el amor.
En el otoño muchos árboles y plantas dejan caer las hojas que ya han realizado su función para que nazcan nuevas hojas. Deberíamos hacer lo mismo y desprendernos de historias pasadas que ya nos han dejado su aprendizaje y ya no tienen nada que aportarnos para que podamos construir nuevas historias de vida.