La energía en la pareja es indispensable para que esta prospere, es uno de los pilares básicos en la relación. Así como también el desarrollo personal de cada individuo.
La primera regla, consiste en que cada uno se sienta bien consigo mismo y aprenda a cultivar su desarrollo personal, así como también su amor propio realizando actividades para el disfrute y la relajación, como la meditación, mindfulness, escuchar música, etc. O bien, alguna afición o un hobby que sea importante en la vida de cada uno como, por ejemplo: andar en bici, leer, practicar algún deporte entre otras.
Una vez que estemos en equilibrio con nosotros mismos, entonces podremos preocuparnos por la pareja. De lo contrario, volcaremos toda nuestra energía en satisfacer las necesidades de la otra persona dejando de lado nuestro propósito personal, esto puede ocasionar cansancio y desgaste entre las partes. En definitiva, pensar primero en nosotros mismos va a ser determinante para la energía de la pareja para evitar el malestar y el alejamiento.
En ocasiones, cuando estamos mal con nuestra pareja, no somos conscientes de que en realidad no estamos a gusto con nosotros mismos, por consecuencia este motivo debilita la relación. Nuestra energía está baja y vibrando en negativo, debemos hacer algo al respecto para aumentarla y convertirla en positiva, trabajando en nuestro yo interior, realizando un ejercicio de introspección para ver en qué área personal de nuestra vida estamos mal, tal vez el trabajo o la relación con nuestra familia y amigos. Una vez que detectamos el fallo, podremos encontrar una solución para enmendar la situación.
Desarrollar nuestra energía es vital para poder estar en armonía con nuestra pareja. Tal vez sea posible hacerlo juntos, como terapia para cultivarse mutuamente a la vez que mejorar la capacidad de aumentar esa energía juntos.
¿Qué hacer para aumentar la energía en pareja?
Hay infinidad de propuestas que se pueden hacer para mejorar la energía de la pareja. Por un lado, hay actividades que nos regocijan y a la vez nos alejan de la rutina, aumentando nuestra energía, como salir de viaje, un día de spa, una cena o algún plan romántico que se nos ocurra.
Aquí nos centraremos en consejos para el día a día. La importancia de vivir en la rutina diaria sin permitir que la monotonía nos agobie y nos quite la ilusión.
Salir de bucles negativos
Todas las parejas tenemos nuestras diferencias, es inevitable porque somos seres diferentes con nuestras opiniones y visiones de cada situación subjetiva, es decir, cada uno posee su propio mapa mental sobre los hechos y algunas veces se crean cortocircuitos, de manera que cuando ésto suceda debemos ser conscientes de que está pasando y saber sobrellevar la situación. Así, por ejemplo: si vemos que la discusión se está tornando densa y acalorada porque no sacamos ninguna conclusión de la misma, lo mejor es dejarlo. Tomar aire y separarse para pensar en frío ya que, pensando en caliente podemos decir muchas cosas hirientes de las que arrepentirnos más tarde, así que “mejor prevenir que curar». Además, intentar no entrar en juegos manipulativos de víctimas, amenazas o indiferencias porque eso tampoco sumará. Por último, tener en cuenta que siempre es bueno decir la verdad, aunque es vital ver las formas en que decimos las cosas, así como también el contexto ya que, podría herir los sentimientos de nuestra pareja. Un ejercicio que podemos realizar para evitar este tipo de situaciones es decirle a nuestra pareja que nos dé 5 minutos para bajar a tierra nuestros pensamientos y volver a vibrar en energía positiva.
Los pequeños detalles sí que cuentan
Es normal que la rutina y el estrés del trabajo o los niños nos ganen la partida, aunque, debemos ser creativos y no bajar los brazos si queremos seguir cultivando el amor en nuestra pareja. No olvidemos nunca un “buenos días cariño» o un beso de despedida porque muchas veces damos por sentado determinadas cosas que a la larga pueden hacer la diferencia. Escribir en el espejo “Te quiero» o enviar un mensaje diciéndolo sin motivo alguno, solo porque nos apetece. Escribir una nota y dejarla en un bolsillo de su ropa, son detalles que seguramente nuestra pareja no se espere y puede ayudar a elevar la energía. Por otra parte, valorar a nuestra pareja resaltando sus cosas buenas y decírselo, es primordial para mejorar la relación.
Salir de la rutina
La vida cotidiana puede atraparnos muy fácilmente provocando en algunos casos ansiedad o depresión sin darnos cuenta, lo más recomendable para mantener la energía en la pareja es plantearse pequeñas metas a corto plazo y trabajar juntos para conseguirlo, de esta forma estaremos enfocados en algo bueno sin dar lugar a las quejas y a las vicisitudes.
Normalmente cuando no hacemos planes suceden las mejores cosas, es por eso que si disponemos de una hora libre algún día podemos invitar a nuestra pareja a dar un paseo por la naturaleza, sea playa o montaña ya que está demostrado que el contacto con lo natural aumenta la energía vital de los seres humanos, y si podemos interactuar con el medio mucho mejor, como mojarnos los pies en el mar o abrazar un árbol. Pueden ser actividades divertidas para realizar en pareja a la vez que reconfortantes. Pensar en actividades diferentes para realizar juntos y así salir de la zona de confort.
Estar en equilibrio
En todas las facetas de nuestra vida el mejor consejo es estar en equilibrio, aunque es bien difícil encontrar “el Ying y el Yang» pero no imposible. La búsqueda del equilibrio nos puede llevar por un camino de aprendizaje y de apertura mental, así como también energética, tanto para la pareja como para uno mismo.
Para encontrar el equilibrio en la pareja es vital mantener la comunicación y el respeto, bajo estos parámetros es posible que cada uno pueda vivir en libertad dentro de la misma y así mantener la energía positiva en ambos. Compartir esta experiencia puede llevarnos a mejorar la relación y pasar a otro nivel más espiritual.
Esperamos que estas ideas y sugerencias te ayuden a equilibrar la energía con tu pareja, cierto es que todas las personas tenemos cambios, es natural y necesario, lo importante es saber a dónde queremos llegar.