Nos está sorprendiendo mucho, pero lo cierto es que son muchas las personas que desde hace tiempo nos preguntan (medio en serio, medio en broma) ¿y cómo es la forma correcta de comportase en una relación sexual?… Para la parte de la pregunta que va medio en serio os diremos que, la buena educación se demuestra en todo momento y en todo lugar; va con la persona.
Por otra parte, existen normas de rango de ley, directivas europeas y recomendaciones internacionales referidas a este ámbito y son éstas las que han de respetarse. En este sentido, tanto las diferentes normativas como el sentido común y la buena educación nos indican que las relaciones sexuales han de mantenerse en libertad y con consentimiento mutuo. Son condenables, en todos los ámbitos, las relaciones sexuales no consentidas en las que medie violencia, intimidación, privación del sentido, anulación de la voluntad, abuso de una situación de superioridad o se coarte la libertad de la persona.
Por tanto, podemos decir que mientras exista voluntad, consentimiento y respeto podemos disfrutar en nuestra y con nuestra intimidad como queramos. Os recomendamos los artículos «Tocar el Corazón» y «La Respiración Tántrica» que, en esta página, escribe la antropóloga y escritora Eva Moya.
Fijaos que cuando hablamos de sexo unimos esta palabra a otras dos, intimidad y respeto. Así que, cuidemos las formas cuando estemos en compañía de otras personas o en lugares públicos, pues las muestras de cariño y afecto siempre son agradables de ver, pero si son excesivas resultan incómodas y llega un momento en que la intimidad se impone.
Algo que ya si atañe más directamente a la buena educación o buenas maneras tiene que ver con el hecho de que airear las intimidades sexuales es de muy mala educación y una falta de respeto, supone quebrar la intimidad y la confianza de la otra persona. En estos casos, junto al daño que podemos causar a la persona que se supone que nos gusta, interesa o queremos (estos tiempos verbales también se puede poner en pasado o futuro), nos desacreditamos a nosotros mismos.
Autora: Galicia Protocolo